La organización benéfica del príncipe Carlos de Gales, The Prince of Wales’ Charitable Fund, aceptó una donación de un millón de libras esterlinas (1,2 millones de dólares) de la familia de Osama bin Laden, el fundador y exlíder de la organización terrorista Al Qaeda.
El dinero ingresó de manos de dos hermanastros del terrorista asesinado en 2011, Bakr y Shafiq bin Laden, y presuntamente Carlos de Gales negoció el pago en una reunión que sostuvo con Bakr en su residencia real, Clarence House, en Londres, el 30 de octubre de 2013, sostiene un informe del diario británico The Sunday Times.
Aunque no hay indicios de que los hermanos Bin Laden, herederos de una de las familias más ricas y reconocidas de Arabia Saudita, hayan patrocinado acciones terroristas o hayan estado involucrados en ellas, el periódico señaló el sábado que la organización benéfica del heredero de la corona británica y varios de sus asesores intentaron persuadirlo de que sería mejor no recibir la contribución. Sin embargo, pese a las discrepancias, el dinero finalmente fue aceptado.
Posteriormente, uno de los consejeros del príncipe le instó a devolver la donación, advirtiéndole que su reputación podría verse gravemente perjudicada si su nombre se asociaba con el de la familia saudita. No obstante, el hijo de la reina Isabel II sintió que sería demasiado vergonzoso devolver el dinero a los magnates y temía que sospecharan el motivo, afirma el artículo.
The Prince of Wales’ Charitable FundWCF aceptó el donativo luego de concluir que las acciones de Osama Bin Laden, principal sospechoso de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, no deberían empañar al resto de los miembros de su familia, en este caso a Bakr y Shafiq. Sin embargo, fuentes cercanas al príncipe cuestionan las acusaciones de que Carlos negoció personalmente el trato y de que accedió a las donaciones a pesar de las objeciones de sus asesores.
El presidente de la organización, Ian Cheshire, aclaró que la entrada de ese capital fue una decisión tomada “íntegramente” por los fideicomisarios del fondo en ese entonces y no de Carlos. “Cualquier intento de sugerir lo contrario es engañoso e inexacto”, añadió. Al mismo tiempo, The Sunday Times comenta que un portavoz del príncipe había recalcado en el pasado que “todas las decisiones sobre la recaudación de fondos” de sus organizaciones benéficas “operan independientemente” de él mismo, quien además no tiene un cargo oficial dentro del fondo.
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Pese a estos argumentos, el caso pone nuevamente en entredicho la conducta y el juicio personal de Carlos, quien ya se ha visto involucrado en otros escándalos similares. El mes pasado un representante de Clarence House confirmó que el príncipe había recibido bolsas con millones de euros en efectivo de un influyente político e inversor catarí durante reuniones personales. No hay suposiciones de que los pagos fueran ilegales y los fideicomisarios de la organización benéfica confirmaron que la donación fue realizada en 2015 en efectivo por elección del donante, y que una auditoría especial concluyó que no se había infringido ninguna ley.
Nota original de RT Español.
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